De nueva cuenta se tiene la satisfacción de presentar el segundo número de la revista Ibídem, órgano informativo del Instituto La Crónica de Culiacán, mediante el cual se divulgan principalmente aspectos sobre la vida del municipio de Culiacán y comunidades que lo integran. No es tarea fácil, por la disponibilidad y estado de la información, pero aun así, aquí está otro escalón de esta escalera en construcción.
El documento inicia con un par de escritos que hablan de costumbres populares muy diferentes entre sí, sobre todo por su origen, aceptación y perspectivas de sobrevivencia en el gusto de nuestras gentes.
El primero es un artículo del doctor José Ramón Sato Parra que escribió en 1957, en él relata sobre el juego de pelota conocido como Ulama, un deporte prehispánico que aún se juega en algunas comunidades de nuestro hermoso estado de Sinaloa. Se recuperó un breve ensayo de Concepción Beltrán Leyva que versa sobre el rock, una corriente musical que desde los años cincuenta del siglo pasado invadió los confines del mundo, y como es de esperarse, Culiacán no es la excepción. De ello da cuenta de manera erudita de lo que pasó y pasa localmente en este movimiento en su Historia del rock en Culiacán: a mil kilómetros por hora.
Afortunadamente esta edición de Ibídem coincidió, en fechas, con los festejos del aniversario de la fundación de la ciudad de Eldorado, y en honor a eso, se invitó a cronistas, literatos e historiadores para que platicaran de este pedazo de nuestro suelo matrio. Rosendo Romero Guzmán, en su ensayo El pueblo de Eldorado bajo las aguas del río San Lorenzo relata sucesos de los que fue testigo o se los platicaron, además de abrevar información en la prensa de época; esto le permitió relatar desde su perspectiva como fue la inundación en 1968 a causa del desbordamiento del mencionado río. De Diana Osiris Mendívil Mora se incluye el cuento: La casucha de bruja. Un recuerdo de la infancia. que narra sobre una mujer y sus aventuras infantiles relacionadas con una casa, en la que presumía, era el lugar donde habitaba una bruja eldoradense.
Irma Garmendia Bazúa, una persona que da lustre a esta ciudad, deleita con sus Testimonios y crónicas eldoradenses, relatos que le permite llevar al lector de la mano a través de maravillosos recorridos literarios escritos magistralmente; leyéndolos uno se deleita con pasajes relacionados con el asunto del ánima de la basura y la del Callejón Viejo, de Navito, la familia Redo y así. Julio Mendívil Félix, cronista de Eldorado hace una excelente reseña de uno de los personajes icónicos de la ciudad, trabajo que tituló: Juvencio Leyva Báez. Docente, artista plástico, cronista ... con su escrito muestra su amor hacia su terruño y respeto al reseñado.
No podía faltar la semblanza de algún personaje importante en la vida de esta tierra generosa que es el municipio de Culiacán, y que mejor, que Joaquín Redo, el fundador de Eldorado. Irineo Paz escribió esta mini biografía alrededor de 1888, dándole al texto una visión que va de acorde a los tiempos y fines para lo que fue redactada.
En el apartado de Culiacán en imágenes, José Marcos Guerrero Félix, reseña con diecisiete fotografías La lucha por la vida en las calles de la ciudad de Culiacán.
En documentos, se incluye el decreto que da a la Hacienda de Eldorado la categoría de ciudad y le otorga para tal fin su fundo legal.