Juvencio Leyva Báez
Por los mediados años de los 60s surge en Eldorado la refresquería EL ESPANTAPAJAROS AZUL, tomado del título de una pegajosa melodía de esa fecha[1]. Se encontraba ubicado junto a la entrada del mercado central, por la Ave. Desiderio Ochoa y frente al cine México, hoy pasaje comercial. La vida es como una banda que da vueltas y vueltas y como dice cierto refrán, a veces las cosas quedan, la gente se va. Fue una vida muy corta la del espantapájaros azul, por motivos de remodelación del mercado se tuvo que cambiar a la manzana que hoy ocupa la FERRETERIA IZAGAR, y nace de nuevo una refresquería : EL ACUARIO, muy popular en ese entonces, pues había pocos lugares donde salir los domingos por las tardes, ya estaba en el centro del mercado la refresquería Meraz, muy popular y bien atendida por las hermanas Meraz, también era de asistencia más refinada la refresquería de Eleuterio Güerito López, con sus ricas nieves de sabor inigualable, “las nieves de garrafa”.
EL ACUARIO era el nunca faltes, asistencia de los chavos de esa época, alumnos de la secundaria Dr. Valentín Gómez Farías, recién nacida institución educativa, la academia de Adelita Carrillo, la especialidad del acuario eran las ricas tostadas y tortas de pierna que aún recuerdan muchos personas, raspados de sabores de frutas naturales, nuestros inigualables obispos, raspados de plátano machacado con leche, miel y leche Nestlé, ahora el recordarlos se me hace agua la boca, sin faltar por supuestos los sabrosos chocomilks y los distinguidos milos, grandes épocas, bellas épocas, bellos tiempos, la plebada muy sana ya que los más carajos tuvieron el abuso de meter cerveza o vino y tomar dentro de la refresquería.
ASISTENTES
Por años tuvimos la asistencia diaria de Martín Ríos con su bonita novia Rosario Ayala. Jovencitas como Marusi Izabal y sus hermanitas mini y cuquita tan bonita como una muñeca francesa y su apuesto novio el Cacao (qepd+), las hijas de Chuy Manjarrez: Silvia y siempre con Olguita su chaperona. Jóvenes tan finos como el Clavi Díaz y su hermano el Churro, los hijos de Miguel Echeverría, el güero Michel, el pitito del Campo, el boly Almazán, Lidia Manjarrez. La refresquería se honra con la asistencia de respetables señoras de los campos que venían a saborear las ricas tostadas.
ALGUNAS ANECDOTAS
También vendía café a todas horas, cierto día ya de noche llega un señor y pide Nescafé, que me doy cuenta que se habían terminado y le ofrezco un café marino … no, no, no me dice muy en su lugar, si no hay Nescafé no lo paso, ni modo de comprar a esas horas todo el mercado estaba cerrada, acá a la sorda lleno el frasco de Nescafé con el polvo de café marino y le digo al señor, ahorita le consigo Nescafé, escondí el frasco en mi bolsa y a los 5 minutos vuelvo y le digo, señor conseguí Nescafé, que en realidad era el café marino, le sirvo su agua caliente, lo prepara, lo prueba y muy ufano dice: esto si es Nescafé, pues soy muy delicado con el sabor.
En el acuario, la esquina de mi mostrador quedaba casi a la entrada, cierto día me di cuenta que en una parte del fibracel que lo cubría se estaba levantando, ni presto ni perezoso que le pongo un clavo y asunto arreglado. Otro día estaba yo limpiando con una franela húmeda y sentí una ligera descarga eléctrica, busqué y me di cuenta que el clavo que había puesto había entrado justo entredós cables de conexión a las licuadoras, entonces ¡Me gustó! Y pinté una florecita roja con el clavo de centro, puse un letrero: cuidado no toque la flor. Fue todo un reto, quienes leían tocaban la flor y recibían su descarga eléctrica, hubo gente que traía a personas para que tocaran la flor.
Entre mi selecta clientela, estaba un muchacho tímido, cierto día llega y me pide con voz muy bajita: me da un chocomilk, y yo con la confianza que le tenía le dije en broma: PÍDALO CON HUEVOS, y muy en su tono suave me dice: me da un chocomilk con huevos.
Mi hora habitual de abrir la refresquería era a las 7 am, seguido me llegaba un señor con su esposa y 4 niños y desayunaban. Luego se iban a Culiacán. Cierto día la señora llegó “sola” y pide sus tostadas y café, enseguida llega un señor como despistado y se asombra de ver sola a la doña. COMADRE QUE MILAGRO!! Se sienta y pide sus tostadas. Al rato me acuerdo y me asomo y los veo como broches de prisión, abrazados y de beso. Luego él se despide y se va, al rato se acerca la señora y me dice: ay señor que pena y me pide por favor que no le cuente a su marido que estuvo ahí, no piense mal me recalcó, le diré la verdad, yo quiero tener otro hijo, pero mi marido está fuera de borda y me dijo: tú búscalo “al niño” pero no quiero saber con quién, no tengas cuidado le dije, yo soy una tumba.
A veces me sueño en mi refresquería, la rockola, mis empleados, tantos amigos, tantos que se fueron, fueron tantas anécdotas … y todos siguen imborrables en mi recuerdo y doy gracias porque EL ACUARIO ERA DE USTEDES.
[1] Melodía del músico Diego de Cossío grabada en México en 1962 por la compañía DIMSA en un acetato sencillo de 45 rpm con las piezas musicales El espantapájaros azul (lado a) y Viento candente (lado b). Pertenece al género del rock and roll.
Artículo publicado en: Ibídem Informativo No. 4