Enigmático vestigio sobre Cristóbal Colón
Inusual hallazgo
Aunque presenta evidente carácter obituario, podría tratarse de la placa de un monumento que no parece haber existido
En el libro Antología Histórica Sinaloense, editado por el Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, y cuyo contenido se basa en la obra compiladora de Marta Lilia Bonilla Zazueta, figura una relación cuyo autor, Carlos Franco Sodia, publicó en la revista Letras de Sinaloa, en noviembre de 1952, con el título de ¡Colón llegó a Sinaloa!
El tema versa sobre una enigmática placa, evidentemente de carácter obituario, relacionada con el descubridor de América, y hallada en Sinaloa. Dada la fecha en que esos artículos fueron escritos por Franco Sodia, cabe la posibilidad de que dicho hallazgo ya obre en algún recinto conocido, o en poder de algún curioso coleccionista, aunque tampoco es descartable que permanezca a la intemperie en algún lugar de la campiña sinaloense.
A continuación se transcribe una serie de párrafos extractados de dicho trabajo
Acaso permanezca todavía arrumbado en un chiquero
En un llano de La Palma, Charay, municipio de El Fuerte, mientras abría una zanja, un joven jornalero encontró una placa de bronce con la siguiente inscripción: “Cristóbal Colón nació 25 de julio de 1451.- Falleció 21 de mayo de 1506.- Q.E.P.D.”
Este hallazgo ocurrió aproximadamente hace siete u ocho años (supone a mitad de los años cuarenta) y el jornalero, ignorando lo que decía tal placa, la abandonó casi en el mismo lugar en donde la había encontrado. Andando el tiempo la placa en cuestión anduvo rodando hasta que, finalmente, apareció en un trochil (chiquero), en donde fue descubierta por Ignacio Santillán, vecino de San Blas, Sinaloa. .
Félix Samper Cabello, persona docta en asuntos históricos, me manifestó que la placa es de manufactura reciente y las letras son de estilo moderno, por lo que posiblemente dicha placa estuvo en la base de alguna estatua de donde fue desprendida. Pensaba, además, que podría haber caído en sitio solitario al transportarla a bordo de algún vehículo.
Esta misma opinión externaron Raúl Cervantes Ahumada y Manuel Romero de Terreros, al preguntarles su opinión sobre el hallazgo, aunque les extrañó sobremanera el dato tan concreto acerca del nacimiento de Colón.
Versión de que fue hallada en una parroquia en ruinas
Como antes dijimos, la placa multicitada fue encontrada en un chiquero, pero, posteriormente, y gracias a las investigaciones del señor Santillán, se pudo saber con certeza que la tal placa fue encontrada originalmente en el sitio en que estuvo la parroquia de El Fuerte (ahora reducida a ruinas), sitio en donde hay incontables nichos antiquísimos, con restos humanos que no se sabe a quiénes pertenecieron, pues la acción destructora del tiempo ha borrado toda leyenda o epígrafe.
Existen versiones en las que convienen los historiadores todos – Herrera, Alcedo, Navarrete, Charlevoix, Irving, etc., - en el sentido de que en 1513 los restos de Colón fueron llevados de Valladolid a la Cartuja de las Cuevas de Sevilla, de donde fueron traídos a la ciudad de Santo Domingo, en América, No hay documentos al respecto; no se sabe cuándo salieron los restos de España, ni cuando llegaron a Santo Domingo.- Los pudo llevar consigo doña María de Toledo cuando, en 1542, fue a La Española como Virreina, pero esto no pasa de una hipótesis.
Por su parte, Félix Samper Cabello, sostuvo que es un desacierto creer que la tumba de Colón estuviese en América, pues los restos del navega nte están en Sevilla, y no en La Habana ni en Santo Domingo, como se ha afirmado.
Culiacanenses que pueden ser descendientes de Colón
Una rama de los Duques de Veragua (Cristóbal Colón tuvo en su tiempo ese mismo título ducal) se estableció en Sinaloa en el siglo dieciocho. Fue su fundador el capitán don Balthazar de la Vega Colón y Portugal, y su esposa se llamó doña Ana Irene de la He recibido datos que corroboran plenamente que en Sinaloa hubo, y aun hay descendientes de Cristóbal Colón: el doctor Joaquín Roncal y Gómez Palacio, en sus investigaciones sobre Durango y Sinaloa, mediante el examen de archivos parroquiales, obtuvo una copia certificada que expidió el párroco de Culiacán, don Ernesto Verdugo Fálquez, en la que consta que, a foja 167 del libro de bautismos del lugar, el 17 de agosto de 1763, don Diego de Iturríos, Lugarteniente de Cura, bautizó, a los diez días de nacida, a Ana María Francisca Ciriaca, española, hija legítima de don Nicolás de la Vega Colón y Portugal, y de doña Ana María Castaños, vecinos de Culiacán.
Puente y Villegas. Su descendencia fue muy numerosa al igual que los enlaces que tejieron con otras familias de la Nueva España, y dentro de la cual surgen linajes que perduran, por ejemplo, en los apellidos Bátiz, De la Vega y Roncal.
Es así como, impulsados por un sano deseo de aportar datos que puedan ser aprovechados por investigadores e historiadores, publicamos este reportaje para que las personas interesadas puedan dilucidar algo que puede resultar de interés en torno a la incógnita: ¿Qué vino a hacer a Sinaloa una placa de tal naturaleza con datos sobre Cristóbal Colón?