Descubriendo El Comedero
El tesoro acuático que transformó Cosalá bajo el mandato de José López Portillo
Rosendo Romero Guzmán
La Presa El Comedero o José López Portillo es una obra hidráulica construida en el municipio de Cosalá y sobre el cauce del río San Lorenzo. Está situada – si se traza una línea recta- a veintinueve kilómetros de la ciudad de Cosalá y a cien kilómetros al sureste de Culiacán. El objetivo principal del proyecto es lograr el control de las avenidas del río San Lorenzo, que en un tiempo corrían libres rumbo al océano Pacífico y así estar en la posibilidad de evitar inundaciones en la planicie, utilizar el agua en la irrigación de tierras bajo cultivo, generar energía eléctrica, aprovechamiento pecuario acuícola, industrial y actividades turísticas.
Si se pretende visitarla desde la capital del estado se tienen dos opciones dependiendo de las preferencias o necesidades de los viajeros, una es tomar la carretera rumbo a la comunidad de Sanalona y viajar durante dieciséis kilómetros hasta encontrar el entronque con el camino de terracería de sesenta y cinco kilómetros de longitud que conduce a la comunidad de la Ilama, ya ahí, se toma un camino de nueve kilómetros que lleva directamente al vaso de la presa; la otra ruta es circulando por la carretera federal México- Nogales rumbo al sur, tras recorrer ciento doce kilómetros se llega al sitio donde se une a la carretera estatal de cincuenta y seis kilómetros que permite el acceso a la pequeña ciudad de Cosalá, una vez en el lugar se toma un camino pavimentado de treinta y tres kilómetros que termina en el vaso de la presa.
Esta obra fue edificada por la federación durante el mandato presidencial de José López Portillo y Pacheco. Los trabajos de construcción perduraron de 1977 a 1983, aunque parcialmente empezó a funcionar en julio de 1981.
En la explanada del vaso existe una placa con el siguiente texto:
De acuerdo a sus características de construcción la presa incluye seis mil seiscientas cincuenta y cinco hectáreas para almacenar hasta un máximo de tres mil novecientos sesenta y seis hectómetros cúbicos. Estas particularidades técnicas le permiten, en el estado, ser la cuarta presa con mayor capacidad (diecisiete por ciento), después de la Presa Adolfo López Mateos, Presa Miguel Hidalgo y Costilla y Presa Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Para hacerlo realidad se tuvieron que resolver problemas de diversa índole, dependiendo de la etapa de construcción. Con el avance de las obras se requirió, en 1981, expropiar terrenos y propiedades a los habitantes de los pueblos a desalojar por quedar dentro del perímetro del embalse de la futura presa, me refiero a: El Comedero, Agua Fría, Las Vegas, Las Cruces, El Papachal, Casablanca, El Embarcadero, Las Higueritas y Buenavista.
En contraparte se tuvo que reinstalar a las familias y reponerles en lo económico lo que habían perdido con la movilización forzada. Una de las primeras acciones fue construir y urbanizar una nueva comunidad a la que se bautizó como Pueblos Unidos, ahí fueron alojados buena parte de los desplazados. El poblado en cuestión se construyó en las afueras de Estación Obispo perteneciente a la sindicatura de Emiliano Zapata, solo la vía del ferrocarril sirve de frontera entre ambas comunidades, dando la impresión que son dos mundos juntos, pero diferentes, uno con traza urbana y arquitectura mayoritariamente homogénea, mientras el otro es el clásico pueblo rural sinaloense.
El traslado y proceso de readaptación fueron difíciles ante el choque cultural. Las carencias que se sufrieron a inicios se debió a que la construcción del pueblo y su urbanización no iba a igual ritmo que al arribo de los nuevos dueños, y lo más grave, fue que el número de evacuados superó la capacidad de alojamiento, creándose un conflicto que se resolvió acomodando familias en El Nuevo Higueral por el rumbo del municipio de Eldorado, al igual que en Laguna de Canachi, comunidad culiacanense perteneciente a la sindicatura de Baila. En 2020 Estación Obispo estuvo poblado por mil quinientas personas y Pueblos Unidos por dos mil trescientos habitantes.
El uso de agua retenida en la presa permite irrigar en los valles de San Lorenzo y Culiacán alrededor de ciento cinco mil hectáreas de terrenos sembrados esencialmente con frijol, garbanzo, maíz, caña de azúcar, sorgo y hortalizas.
La captura de peces en el lago fortalece la economía de trescientas once personas organizadas en sociedades cooperativas de producción, que se encuentran domiciliadas en las comunidades cosaltecas de Mezcatitán (SCPP Productores de Mezcatitán), La Ilama (SCPP Ribereños del Comedero) Higueras de Jacopa (SCPP Las Cabañas de Jacopa), El Ranchito (SCPP Chepe Gordo) y San José de las Bocas (SCPP La Boca de la Presa).
Los volúmenes de captura variaban entre ochocientos y mil trecientas toneladas anuales dependiendo de las condiciones climáticas, pero dichos niveles bajaron a cien toneladas a consecuencia de la contaminación que se inició en 2013 en el vecino estado de Durango, la catástrofe se desató con la ruptura de una presa de jales propiedad de la mina la Herradura de San José de Bacís, accidente que permitió verter cerca de trecientas mil toneladas de jales al río San Lorenzo y al arroyo Calleros, corrientes que arrastraron a la presa residuos de arsénico, cobre, mercurio y plomo provocando una mortandad de peces, que junto con la sobreexplotación ha conducida a una baja significativa en la producción pesquera.
Estaban vigentes los problemas de esta contaminación, cuando de nueva cuenta, en 2021, se sumó el derrame de más desechos mineros a las aguas de los cuerpos mencionados por la fractura de una represa de jales mineros propiedad de la empresa Sociedad Minera Real de Cosalá. El contagio resurgió la mortandad de peces, además de causar la muerte a buen número de vacunos que bebieron de las aguas contaminadas.
La producción pesquera en el embalse está sustentada en la captura de mojarra tipo tilapia (setenta por ciento), bagre de canal (veinte por ciento), lobina negra (nueve por ciento) y en menor escala ejemplares de carpa espejo (uno por ciento). En el caso de la captura de lobina, esta se promueve para pesca deportiva, mientras que la carpa se anzuela coincidentemente.
En las instalaciones de esta obra hidráulica es posible generar y distribuir energía eléctrica, gracias a que desde 1991 aloja en su cortina la central hidroeléctrica Profesor Raúl Jaime Marsal Córdoba, cuyas dos unidades generadoras pueden aportar conjuntamente cien mega watts. Terminado el equipamiento de la Presa Reguladora de Amata se adicionarán diez megavatios.
La presa del comedero es considerada como uno de los principales atractivos turísticos en Cosalá, principalmente por los concursos de pesca deportiva que se realizan en sus aguas. Es tal su importancia que en el embalse se ha construido un singular hotel rústico llamado Cabaña El Papachal Lodge que ofrece instalaciones donde pasar unos días cómodamente disfrutando de la vegetación y fauna local, que decir de su restaurante, la pesca deportiva, actividades en familia, además de disfrutar de paseos en un catamarán por las apacibles aguas del lago, similar situación, se registra en el cercano poblado de Higueras de Jacopa, donde se han levantado una serie de cabañas acondicionadas para recibir a turistas interesados en participar en los concursos de pesca de lobina que se realizan con cierta regularidad, esto sin contar con promotores radicados en la próxima ciudad de Cosalá como es el caso de Guacamaya Campestre.
Cuando se da una sequía prolongada, como la ocurrida en 2021, el agua escasea y rápidamente se refleja en el nivel de almacenamiento en la presa, ejemplo, aquel registro del veinte de mayo de ese año en que las aguas almacenadas apenas cubrían el nueve punto nueve por ciento de su capacidad potencial, generándose un inusual espectáculo al dejar al descubierto los pueblos sepultados bajos sus aguas, así se vieron restos de viviendas, tumbas, fincas, edificios públicos como escuelas, iglesias y clínicas rurales, por mencionar los más evidentes. El espectáculo incluyó ver manadas de caballos aparentemente mostrencos pastar y correr por las planicies del seco vaso de la presa.