Nicandro Raymundo Favela Bañuelos
Tras haber conquistado el territorio del valle del San Lorenzo, Nuño Beltrán de Guzmán mandató fundar la Villa de San Miguel el 29 de septiembre de 1531, en el poblado de Navito. Se requería establecerla para asegurar el territorio ganado, además de organizar el gobierno y la administración del mismo. Fray Antonio Tello da el siguiente testimonio sobre la fundación de la villa: “y el dicho Nuño de Guzmán, viendo la tierra de Culiacán tan poblada de gente y que se podían tener muchos alborotos, para su seguro, labró una fortaleza en el pueblo de Navito y fundó la villa de San Miguel en la provincia de Culiacán ya que contaba con 200 pueblos sujetos, lo que garantizaba la permanencia de la villa” (Citado por Aristeo Zavala Duarte, Sinaloa en el siglo XI, Culiacán, Universidad Autónoma de Sinaloa, 1993, pp. 83-84).
Aristeo Zavala, siguiendo a Tello, dice que en este dilatado territorio hubo dos fundaciones, la primera, fue al lado del pueblo de Navito, donde se hizo un pequeño fuerte, y que el 29 de septiembre de 1531 se fundó en el lugar, la villa de San Miguel de Navito a orillas del río San Lorenzo. Zavala plantea la fundación de dos San Migueles en el mismo año, y nos dice, que la diferencia entre estos establecimientos fue, que el primero, se levantó a un lado del pueblo de Navito, a las orillas del río San Lorenzo, mientras que el segundo fue establecido por Nuño Beltrán de Guzmán en la provincia del río Culiacán, en el lugar que hoy ocupa, pero con el nombre de San Miguel de Colhuacán.
Otros autores hablan de un traslado de la villa, y no de dos asentamientos. La villa de San Miguel fundada el 29 de septiembre de 1531, cerca de Quilá en el río Ciguatlán o San Lorenzo, se trasladó a los dos años río abajo cerca de Navito. Permaneció allí más o menos dos décadas y por fin se estableció en el valle de Culiacán, cerca de Cuatro Barrios (Carmen Castañeda, 1998). Los cronistas no registran la fecha ni los lugares precisos de la fundación, pero el historiador Antonio Nakayama opinó que fue en la fiesta del Arcángel San Miguel (29 de septiembre) y el sitio en algún punto de las riberas del río San Lorenzo, posiblemente donde hoy se encuentra el poblado de Navito.
Cronistas e historiadores nos hemos dado a la tarea de saber hechos históricos relacionados con el conquistador Nuño Beltrán de Guzmán, en especial de su arribo a lo que hoy conocemos como Valle de San Lorenzo. Sabemos que el conquistador salió de Guadalajara e hizo un alto en Acaponeta y entra a territorio sinaloense, en su andar llega al valle irrigado por el río San Lorenzo, para luego, en 1531, pasar por el poblado de Oso y fundó un primer asentamiento de avanzada en la margen del río Ciguatán entre Quilá y Tabalá. Todos estos hechos están escritos en libros como: La frontera norte de la Nueva España de Peter Gerhard; Culiacán. Síntesis Monográfica de Rosendo Romero; Sinaloa tierra fértil entre la costa y la sierra. Monografía estatal de Carmen Castañeda y Sinaloa en el siglo XVI de José Aristeo Zavala Duarte.
También la información que nos dan estos documentos, es que el puesto de avanzada, en un primer momento, llevó por nombre San Miguel y permaneció en ese lugar alrededor de dos años, para después pasar a un mejor sitio río abajo, denominado Nahuila o Nahuito, palabra cahita que significa lugar amujerado o de mujeres, recordando la circunstancia de no haber encontrado los conquistadores más que mujeres al aproximarse al río que hoy se llama San Lorenzo, el mismo de Navito, y al que también se dio el nombre de Ciguatán en azteca, al igual que se le denominó San Miguel, y que según crónicas, permaneció allí tal vez dos décadas, antes de cambiarse a su emplazamiento final en el Valle de Culiacán cerca de 4 Barrios.
Conocidos los acontecimientos antes señalados, por historiadores y cronistas, sobre la trayectoria con anterioridad mencionada, coincido con la aportación que dan otros autores cuando hablan de un traslado de la villa y no de dos fundaciones. La villa de San Miguel fundada el 29 de septiembre de 1531, cerca de Quilá en el río Ciguatán o San Lorenzo, se trasladó a los dos años río abajo cerca de Navito, pero lo que no se sabe es en qué lugar se dio esa primera fundación cerca de Quilá. En comentarios, don Adrián García Cortes, en ese entonces cronista oficial de Culiacán, dijo que, para él, era de sumo interés saber el lugar donde se fundó el primer asentamiento de Nuño Beltrán de Guzmán, y que se dice estuvo entre Quilá y Tabalá.
Después de varios años de querer saber esa ubicación al fin la encontré. Esto ocurrió al estar investigando sobre el sistema de castas o linajes que se dio en el pueblo de Quilá durante la colonia, necesitaba evidencias de cuando se señalaba quienes eran españoles, mulatos, indios, coyote, negros y esclavos. Para allegarme de información revisé actas de bautismo entre 1786-1799 resguardadas en los archivos parroquiales del Santuario de Quilá. Son actas escritas por el Presbítero Alonso Galán en el año de 1786. Ahí encontré, que, en el mes de noviembre del año mencionado, el Presbítero Galán bautizó a Juana Paula una niña mulata nacida en el Puesto de Tamija y en el mes de diciembre a Juan de la Merced un niño mulato originario del Puesto de Oso.
Me doy la tarea de saber de ese lugar nombrado como Puesto Tamija, ya que del Puesto de Oso se sabe su ubicación, para esto tome como primer dato duro el mapa de ubicación que presenta en su libro Peter Gerhard, La frontera norte de la Nueva España, donde describe detalladamente las dos ubicaciones señaladas con puntos en forma de triángulo y sobre la margen izquierda del río San Lorenzo: la primera S.[an] Miguel (1) la ubica cerca de Quilá y rumbo a Tabalá, la segunda S. [an] Miguel (2)frente al pueblo de Navito. Del pueblo de Oso, Carl Sauer en su libro Aztatlán, menciona que en el curso medio del río San Lorenzo había importantes poblados indígenas en tiempos de la entrada de Nuño de Guzmán. Oso en particular, era en ese tiempo un pueblo indígena de cierta importancia.
Buscando información para la ubicación del Puesto de Tamija, tal como como lo describe el Presbítero Alonso Galán en actas de bautismo. Confirme su existencia en la obra del licenciado Eustaquio Buelna, titulada Peregrinación de los aztecas y nombres geográficos indígenas de Sinaloa, pues en este documento y bajo el título de Directoria de Quilá, subtitulo Alcaldía de Quilá, aparece el nombre de Tamija, del cual dice desconocer su significado. Este segundo dato duro da la certeza que en la jurisdicción de Quilá si existió o existe este lugar. Como tercer dato, se consultó en el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), y desde ahí nos conectamos a la página de la Mapoteca Manuel Orozco y Berra (https://mapoteca.siap.gob.mx/), para revisar el plano Reducción del Distrito de Culiacán, realizado en 1909 para la Sinaloa Land Company por J. Ortega y Espinoza, en él, se ubica a Tamija entre Quilá y Tabalá, muy cerca de la margen derecha del río San Lorenzo.
En un trabajo que realice sobre el camino que se transitó para llevar la sal que se producía en Oricuto, jurisdicción de Quilá a las minas ubicadas en Santa Cruz de Alayá, hoy en el municipio de Cosalá. Encontré que la salina está situada al dar vuelta sobre el extremo de la bahía de Altata y que desde ahí parte un camino que aún existe, y que, en la época de la colonia, conectaba los pueblos de San Lorenzo y Quilá, ya que San Lorenzo servía como posta del Camino Real. Las rancherías que estaban de tránsito por este camino y de oriente a poniente eran las siguientes: San Lorenzo, La Chicharra, Tamija, Las Cruces, El Tabaco, El Huinacaxtle, Santa Rosa y Quilá. En el año de 1901 la familia Barrantes, construyó un canal con una extensión de 12 kilómetros siguiendo la trayectoria del ramal.
Creo por los datos descritos anteriormente salvo exista otro trabajo que afirme lo contrario, que este lugar, denominado Puesto de Tamija fue el primer asentamiento de avanzada militar o primera fundación del conquistador Nuño de Guzmán.
Para dar certeza del término Puesto se buscó su significado encontrando los siguientes resultados: el Diccionario enciclopédico hispano americano afirma que un puesto militar es un campo u otro lugar ocupado por tropa o individuos de ella en actos de servicio, por su parte el Diccionario de Covarruvias dice que la palabra puesto se refiere a un campo o lugar ocupado por tropa o individuos en actos de servicio y que dichos puestos eran generalmente de reducidas dimensiones y materiales de construcción endebles.
En cuanto a la designación de puestos y guardias de frontera, la histografía colonial ha tenido a homogeneizar la idea de las construcciones militares de “Palo a Pique” para los fortines y ha extendido esta característica a todas las guardias o puestos. “Palo a Pique”(necesaria movilidad /corrimiento de dicha estructura defensiva con espacio para pocos hombres). Esto se ve más claramente en el trabajo Puestos fronterizos, guardias, fortines y fuertes de la frontera rioplatense tardocolonial: entre la polisemia y las carencias castrense, realizado por Arnaldo Andrés Aguirre y Eduardo Iraola, ambos investigadores argentinos de la Universidad Nacional de Luján, el artículo fue publicado en 2022 como parte del cuerpo de la revista Fronteras de la Historia del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
Conclusión: Los lugares o pueblos que anteponían puestos se referían a estancias o llegadas militares. De acuerdo a los datos proporcionados, el lugar denominado Puesto de Tamija, fue el primer asentamiento militar o primera fundación de la Villa de San Miguel, para después asentarse por dos décadas en Navito y posteriormente trasladarse a la Villa de San Miguel, antecesora de la hoy ciudad de Culiacán, Sinaloa.
Búsque más en Ibídem Informativo
https://datos.culiacan.gob.mx/index.php/s/LSdGepMb9fL3ABs


