Agentes de deterioro de los documentos

(Datos del libro Los Archivos Públicos, de Ramón Aguilera Murguía y Jorge Nacif Mina).

La conservación de documentos se fundamenta en el principio de que todo documento posee una naturaleza corpórea o física, y es portador de un mensaje o contenido.

Esto determina la búsqueda de un necesario equilibrio entre la función conservadora, forzosamente restrictiva como protectora de la materialidad del documento, y la función difusora, que debe ser magnánima por conocedora de los valores que el documento encierra.

De aquí se establece que la conservación documental debe orientarse, tanto a la integridad física del documento (el soporte) como a su integridad funcional (el material sustentado.)

Integridad física.- Hace referencia a su permanencia, es decir al mantenimiento de todos los elementos que constituyen su naturaleza corpórea o física.

Integridad funcional.- Hace referencia a su durabilidad, es decir al mantenimiento de todos los elementos que conforman el mensaje o contenido original, devolviéndole la capacidad de transmitirlo.

La conservación de documentos contempla de modo general tres fases de intervención a las que puede ser sometido un documento dependiendo de su estado: la preservación, que evita; la conservación, que detiene, y la restauración que repara el deterioro.

La preservación.- La preservación o prevención está dirigida a evitar de manera global el deterioro producido por agentes externos mediante un control de todos los elementos que lo rodean. El control se realiza a través del análisis de los siguientes aspectos: lugar, edificación, local, acervo, agentes de deterioro y causas de deterioro.

El lugar corresponde a la ubicación física del acervo en relación con su entorno por cuanto a la incidencia directa o indirecta de la luz natural y la dirección de los vientos predominantes.

El análisis de la edificación contempla los diferentes elementos considerados como potenciales agentes de deterioro del edificio en el que se alberga el acervo, com o son: materiales constructivos, instalaciones de agua, instalaciones eléctricas, ventanas y accesos.

El análisis del estado de conservación de los documentos contempla las alteraciones físicas, reacciones químicas y contaminación biológica. Desde el día en que un documento es creado sufre un constante proceso de deterioro o envejecimiento, y por su naturaleza orgánica es potencialmente perceptible.

Las causas de deterioro pueden ser clasificadas de la siguiente manera: por su naturaleza pueden ser congénitas o por predisposición y son provocadas por los siguientes agentes: aguas impuras, materiales ácidos, impurezas metálicas, manufactura defectuosa, pasta de madera y papel reciclado. Estos agentes de deterioro pueden producir las siguientes alteraciones en el acervo: papeles quebradizos, amarillamiento, fragilidad, oxidación, manchas, deformaciones, acidez y exfoliaciones.

Entre las causas ambientales figura la luz que es un elemento conveniente para los documentos siempre y cuando se mantenga un estricto control sobre su intensidad, ya que cumple una importante acción germicida sobre determinados microorganismos. Pero la luz solar genera calor y posee un elevado porcentaje de radiaciones ultravioletas; la luz artificial incandescente, que es la de las lámparas, también genera calor y emite mayor cantidad de radiaciones infrarrojas que ultravioletas; la luz fluorescente, denominada también luz fría, emite mayor cantidad de radiaciones ultravioletas que infrarrojas.

Las radiaciones ultravioletas provocan reacciones químicas en los papeles, ocasionando daños no visibles a los documentos, como son la ruptura de las cadenas moleculares y la pérdida de la estabilidad estructural. Las radiaciones infrarrojas también provocan alteraciones en los documentos, como son: amarillamiento, contracciones, oxidación, fragilidad y deformaciones.

La humedad es otra causa de deterioro y puede variar dependiendo de muchos factores, entre ellos la lluvia, la presencia de ríos, lagos, el mar, terrenos húmedos, goteras o tuberías deterioradas, por capilaridad, por condensación, e inclusive por la presencia de personas.

Entre las causas ambientales destaca la polución atmosférica que está constituida por todos los elementos contaminantes que se encuentren en el ambiente. Este tipo de contaminación se encuentra principalmente en zonas urbanas e industriales, y es uno de los que ofrece mayores dificultades de erradicación, ya que eso requiere de equipos especiales, generalmente de elevado costo. Otro agente de deterioro es el de las bacterias y los hongos. Existen bacterias anaeróbicas, es decir, aquellas que pueden sobrevivir sin oxígeno.

Estos microorganismos pueden producir en los documentos las siguientes alteraciones: oxidación del azufre que lo transforma en ácido sulfúrico; reducción del sulfato transformándolo en sulfuro de hidrógeno; degradación del amonio transformándolo en nitritos; foxín o moteado producido por los ácidos orgánicos que reaccionan químicamente con las impurezas de origen metálico.